top of page

Mi historia: Tere.

Actualizado: 22 mar 2021

Mi familia dice que mi vida es “La Curiosa Historia de Benjamin Button”. Aunque me parece que es imposible contar tu historia en una cuartilla, supongo que empezaría, con una niña chiquita medio “adultita”, muy sensible, excesivamente soñadora, me refugiaba en libros, pero al mismo tiempo era muy curiosa y aventurera. Mi papá siempre quiso un hijo que lo acompañara a pescar, velear y a sus aventuras, pero en lugar nos tuvo a nosotras, tuvimos que cuadrarnos, aprender a armar y desarmar, cargar y descargar… En mi casa los roles de género no eran muy marcados, esos me los fui topando después.



Esta chavita idealista, que se topó con muchas responsabilidades en el camino, amores y desamores, creció con esta idea de éxito que muchas veces le compramos a la sociedad (quieres éxito, necesitas buenas calificaciones, mucho trabajo, dinero, el novio perfecto, ser perfecta). Por eso me convertí en abogada y también con esta idea que todos dicen en primer semestre de Derecho que “quieren cambiar al mundo” o que “quieren hacer una diferencia” (lo cual todavía sigo pensando).


No sé en qué punto del camino me dí cuenta que me sentía sofocada por muchas estructuras que realmente no iban conmigo, algunas ideas impuestas por la religión, las ideas de lo que es una “niña buena”, mi visión del éxito, mi visión de una pareja, qué “está bien” y que “está mal”... Creo que fue después de echarme un semestre de filosofía en la Sorbona. Ahí empezó la adolescencia de Benjamin Button. Mi mamá sigue extrañando a la adultita que era a los 6 años, que seguía las reglas y hacía lo que se esperaba de ella y no sabe en qué momento la remplazaron por una loca que se divierte bastante más, pero se cuadra menos. Me volví un poco más contreritas, más rebelde, pero en esencia, mi rebelión ha sido en contra de una forma de pensar, de mis antiguos valores “conservadores”, un sistema que le impone tantos roles, cargas y expectativas a la mujer (y en consecuencia al hombre).


Esa ha sido un poco mi búsqueda de libertad. Ese intentar vivir una vida que se alinee más a mí, a lo que vine a hacer al mundo (porque tengo esta profunda convicción de que todos venimos a este mundo con un propósito) y de tratar de hacer algo bonito con mi vida. Hoy no sé si sigo en esa adolescencia, de alguna siempre lo estaré, pero desde que me he clavado más con el mundo de la meditación y el yoga he hecho un poco las paces con algunos de mis demonios. Por eso me gusta pensar que ahora estoy en una transición para cada día ser más como una niña chiquita, volviendo a valores de espontaneidad y curiosidad, intentando ver todo sin los lentes de las experiencias vividas. Me gusta pensar que poco a poco, estoy en un proceso de desaprender, de cada día estar más presente y vivir más el hoy. ¿Qué acaso no era Jesús el que decía que para entrar al “Reino de Dios” se necesitaba un corazón de niño?




38 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Sobre nosotras

Peregrinum nace de las ganas que tenemos de compartirte temas que consideramos problemáticos en el mundo, queremos contagiarte nuestro idealismo y nuestras ganas de cambiar al mundo.

Buscamos promover un estilo de vida resiliente, sostenible, justo y consciente a través de un espacio de intercambio de ideas que incentiven la acción. 

bottom of page